Cómo usar las redes sociales para hacer difusión un proyecto científico

Estrategias prácticas para comunicar avances científicos en redes sociales: aumentar la visibilidad de un proyecto, generar redes de colaboración y acercar la ciencia a la sociedad.

Imagen de un móvil con aplicaciones de redes sociales

El desarrollo científico implica trabajo colaborativo y conocimiento de la materia, tanto de la propia, como de la que ha sido desarrollada por otros. De igual modo, el valor de los resultados aumenta cuando llega a otros investigadores y a la sociedad, que reconoce y aplica esos resultados. Pero este proceso no es sencillo y requiere cierto conocimiento de los canales adecuados para cada tipo de comunicación: no es lo mismo mostrarlo a la comunidad científica que a la sociedad en general o a jóvenes que el día de mañana podrían continuar con la labor de investigación.  

Las redes sociales se han convertido en herramientas poderosas para ayudar a los/as investigadores/as a difundir los resultados de su trabajo, contactar con colegas de distintas disciplinas y fomentar la colaboración. Sin embargo, no se trata solo de compartir datos o publicaciones, sino de hacerlo de manera estratégica, atractiva y ética, lo que requiere adaptar el mensaje a distintas audiencias que van desde especialistas en el área hasta investigadores/as de otras disciplinas interesados en colaborar, posibles financiadores o la ciudadanía en general.

Definir objetivos y conocer a la audiencia

La divulgación científica en redes sociales requiere planificación y unos objetivos claros. Antes de crear cuentas o publicar contenido, conviene preguntarse: ¿qué queremos lograr con nuestro proyecto?

  • Dar visibilidad a la investigación: Compartir avances, hallazgos o publicaciones recientes.
  • Generar colaboración interdisciplinaria y redes de trabajo: Atraer la atención de colegas de otras disciplinas o instituciones.
  • Promover la ciencia de manera educativa: Explicar hallazgos complejos de manera clara y rigurosa.

Conocer a la audiencia es igualmente importante. Mientras que X y LinkedIn son ideales para comunicarse con colegas, instituciones y posibles colaboradores/as, Instagram o YouTube permiten mostrar procesos experimentales y resultados de manera más visual y comprensible, incluso para quienes no son especialistas en el área.

Crear contenido relevante y atractivo

Para quienes investigan, el desafío es comunicar ciencia compleja de forma accesible sin perder rigor. Algunas estrategias efectivas incluyen:

  • Infografías y esquemas visuales: Resumir procesos, metodologías o resultados clave.
  • Microvideos explicativos: Mostrar un procedimiento o presentar un hallazgo de manera clara y directa.
  • Publicaciones segmentadas: Hilos en X o series de publicaciones en LinkedIn que desglosen un estudio paso a paso.
  • Contextualizar la investigación: Explicar la relevancia del proyecto, su impacto potencial y cómo puede aportar a otras disciplinas.

Planificar y mantener una presencia constante

La regularidad es clave para construir audiencia y confianza. Publicar de manera esporádica reduce el alcance y dificulta la interacción. Para mantener una presencia efectiva:

  • Establecer un calendario de publicaciones (semanal o quincenal).
  • Analizar métricas para identificar qué tipo de contenido funciona mejor.
  • Responder preguntas y comentarios de manera profesional y accesible.
  • Ajustar la estrategia según los resultados y la retroalimentación de la comunidad científica.

Fomentar la colaboración y el networking científico

Las redes sociales son un excelente canal para establecer vínculos profesionales:

  • Compartir contenido de colegas y proyectos afines.
  • Participar en debates científicos, grupos de discusión o foros especializados.
  • Etiquetar instituciones, laboratorios y universidades relevantes.
  • Usar etiquetas específicas de cada disciplina (#Oncología, #Neurociencia, #Bioinformática, #OpenScience) para aumentar visibilidad.

Estas acciones permiten que el proyecto llegue a investigadores/as con interés en nuestro trabajo y se fomente la cooperación interdisciplinaria.

Divulgación responsable y ética científica

Publicar en redes sociales implica responsabilidad. Estos son algunos puntos clave a tener en cuenta:

  • No divulgar datos sensibles ni resultados que aún no hayan sido validados o publicados.
  • Mantener la integridad del proyecto y de la institución.
  • Atribuir correctamente el trabajo de colaboradores/as y fuentes externas.

La divulgación científica ética fortalece la reputación de quien investiga y del proyecto, además de promover confianza en la comunidad científica y en la sociedad en general.

Para las personas dedicadas a la investigación las redes sociales representan una oportunidad única para divulgar ciencia, conectar con profesionales de distintas disciplinas y aumentar el impacto de sus proyectos. Adaptar el mensaje al público científico, crear contenido relevante y visual, mantener constancia y actuar con ética son pasos esenciales para transformar la presencia digital en un verdadero motor de colaboración, innovación y divulgación científica.

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