La nueva regulación universitaria ante el reto de impulsar la excelencia

El entorno competitivo y globalizado en que se mueve actualmente el ecosistema de la enseñanza universitaria muestra que la exigencia de excelencia es clave para su desarrollo y crecimiento.

En este sentido, el Real Decreto 905/2025, publicado el 7 de octubre de 2025 en el BOE (BOE-A-2025-20002), introduce una profunda reforma en la normativa universitaria española al modificar varios decretos previos sobre los criterios de creación, reconocimiento y autorización de universidades y centros universitarios, con el objetivo de elevar los estándares de calidad, sostenibilidad y transparencia del sistema universitario.

Principales cambios del Real Decreto 905/2025

El RD 905/2025 introduce algunas modificaciones clave como son:

  1. Evaluación vinculante de calidad
    Para obtener autorización, las nuevas universidades deberán contar con un informe vinculante de ANECA o de agencias autonómicas de calidad.
  2. Masa crítica y multidisciplinariedad
    Las instituciones deberán ofrecer títulos en al menos tres ramas del conocimiento y comprometerse a alcanzar un mínimo de 4.500 estudiantes.
  3. Solvencia económica
    Las universidades de nueva creación deben tener un aval y recursos suficientes para sostener operaciones a largo plazo.
  4. Compromiso con la investigación
    Se destinará al menos un 5 % del presupuesto anual a investigación, y además se captará un 2 % adicional en convocatorias competitivas.
  5. Profesores y gobernanza
    El 50 % del profesorado en grado y máster tendrán doctorado, y al menos un 60 % acreditarán experiencia investigadora. También se exige que el equipo directivo tenga experiencia universitaria.
  6. Transparencia y rendición cuentas
    Se amplía el sistema público de información universitaria (SIIU) para que las universidades reporten datos clave: alumnado, financiación, investigación. Además, se crean comités éticos para promover integridad en la investigación y en el uso de inteligencia artificial.
  7. Modalidad virtual
    Se reconocen “universidades de especiales características” para aquellas con enseñanza mayoritariamente virtual o híbrida, con criterios específicos para ellas.
  8. Plazas residenciales
    Las nuevas entidades deben ofrecer alojamiento equivalente al 10 % del alumnado, para favorecer la movilidad y evitar barreras residenciales.

Impacto en la calidad y sostenibilidad del sistema universitario

La normativa establece criterios de excelencia académica, solvencia financiera e investigación para las nuevas universidades que afectan a todos los actores del entorno universitario, desde las propias universidades hasta los estudiantes y el sistema en su conjunto.

  • Para las universidades: Las instituciones de nueva creación deberán planificar cuidadosamente su modelo, no solo académico sino financiero, para cumplir los requisitos de masa, investigación y solvencia.
  • Para los estudiantes: Esta normativa pretende que los títulos que cursan y obtienen tengan más garantía de calidad, lo que refuerza su valor académico y profesional.
  • Para el sistema universitario: Se refuerza el prestigio y la sostenibilidad a largo plazo.

Desde una perspectiva normativa, estas medidas alinean el sistema universitario español con las estrategias nacionales y los estándares europeos, promoviendo un marco de calidad homogéneo y sostenible, asegurando la comparabilidad y reconocimiento de los títulos en el Espacio Europeo de Educación Superior.

Conclusiones y desafíos

El reto ahora reside en lograr que los criterios sean capaces de integrar a realidades territoriales específicas y no marginar iniciativas más pequeñas o innovadoras.

Se debate también si la exigencia de avales económicos y grandes masas estudiantiles dificultará la entrada de nuevas universidades que no sean grandes consorcios. En cualquier caso, el Real Decreto 905/2025 supone un cambio profundo en la regulación universitaria española. Su éxito dependerá de una implementación que combine control y excelencia con flexibilidad para fomentar la innovación educativa y mantener la vocación social de las universidades.

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